Carlos Tobalina: «Lo bonito del lanzamiento es no saber dónde está la perfección, un cambio mínimo puede marcar una diferencia tan grande que a veces ocurre solo una vez en la vida»
|Texto de Ángela Ruiz Terán / Fotos: Luis Conte, Eduardo Álvarez y Agencias
“Amor a primera vista”, eso fue lo que sintió el castreño Carlos Tobalina cuando cogió por primera vez un artefacto y lo lanzó sin imaginarse hasta dónde le llevaría ese vuelo. En sus inicios como lanzador en el Atlético Castro, ya había quien le describía como un diamante en bruto, una joya que ha sabido pulir centímetro a centímetro hasta darle forma olímpica. Con paso firme, como lo hace su compañera atlética cada vez que dicta sentencia sobre el césped de una pista, ha ido haciéndose hueco en el lanzamiento de peso hasta convertirse en los últimos años en el dominador, junto a su compañero y rival Borja Vivas, de la prueba a nivel nacional. Su palmarés comenzó con una medalla de bronce en el nacional absoluto en el año 2011, y una década después siente que todavía le queda mucha “cuerda”. Tobalina ha sido cinco veces campeón de España -tres títulos en pista cubierta y dos al aire libre- y se hizo con la plata y el bronce en dos ediciones en la Copa de Europa de lanzamientos con la Selección Española. El casi veinte veces internacional –dos mundiales y seis europeos entre ellas- cumplió el sueño olímpico en los Juegos de Río, en el 2016. Ahora, busca hacer realidad esa ilusión por segunda vez, en los que serán unos Juegos Olímpicos especiales, pues habrán de pasar cinco años hasta su celebración y lo haría ya como veterano.
– ¿Cómo llegó el lanzamiento de peso a su vida?
Dejé el fútbol con 13 o 14 años y como no podía estar en casa sin hacer nada mis padres decidieron meterme a atletismo. Desde pequeño tenía una cosa clara, no me gustaba correr, eso creo que lo tengo claro desde que nací, así que como yo era de complexión grande, tiré más por los lanzamientos. Fue un amor a primera vista, no el peso en concreto, sino los lanzamientos en sí. Empecé lanzando disco, lo combinaba con el peso, después martillo y también hice un poco de jabalina pero sin llegar a competir. Mis inicios se centraron prácticamente en el martillo y ya con 18 años es cuando me decidí por el peso. Un compañero en Castro me dijo: “Toba, no sé si te das cuenta pero eres un diamante en bruto”. En aquella época a mí me hacía gracia porque no lo veía, pero al cabo de los años, parece ser que tenía razón. La verdad es que desde que comencé es un deporte que me enamoró, siempre me ha gustado mucho.
– El salto decisivo llegó con la primera medalla en un Campeonato de España Absoluto, ¿qué supuso ese primer metal en su carrera atlética?
Mi primera medalla en un campeonato absoluto llegó en un momento en el que había decidido dejar el atletismo. Fue en el 2011, tenía 25 o 26 años, y justo ese año había tomado la decisión de dejarlo. Con esa edad el dinero que te proporciona el atletismo no te da prácticamente para vivir y había dos opciones: o meterme en la universidad y empezar a trabajar, o pegar un salto de calidad y apostar todo por ello. Esa medalla con 18 metros me hizo querer apostar por ello y parece que salió bien la jugada.
– Consiguió su marca personal en la Copa de Europa de 2017 con 20,57 metros, y tres años después sigue lanzando por encima de los 20 metros, como ocurrió en el Meeting de Madrid este pasado febrero, ¿qué tiene que tener un lanzamiento para que sea perfecto?
Yo creo que en eso está lo bonito del lanzamiento, que no acabas de encontrar lo que es la perfección del mismo, sobre todo en la técnica, por eso puede haber tanta diferencia. Igual un día haces un cambio muy pequeño, pero la diferencia es tan grande que no lo vuelves a conseguir. Por eso hay muchos lanzadores de estilo giratorio que hacen una gran marca y nunca se vuelven a acercar a ella, porque eso ocurre una vez en la vida. Luego está la superclase, que les da igual todo porque esos sí lo tienen dominado. Es difícil, y dentro de esa dificultad está lo bonito. El hacer un cambio mínimo, que no te des cuenta, y que consigas una gran marca. Yo por ejemplo he hecho marcas nulas cerca de 21 metros que igual no las vuelvo a repetir en mi vida, y eso lo sabes.
– Hablando de estilos, ¿hay una técnica -lineal o giratoria- más apropiada para las características de cada lanzador?
Antiguamente estaba la creencia de que la gente muy fuerte y alta tenía que ser lineal, pero se ha demostrado al cabo de los años que la técnica más efectiva es la giratoria. Por eso prácticamente todo el mundo se está yendo al giratorio. Quedarán ahora mismo dos o tres lineales a nivel mundial, el resto se han ido todos ya para el giratorio.
– Cumplió el sueño olímpico en los JJ.OO. de Río 2016, ¿cómo recuerda ese momento?
La verdad es que todavía no lo tengo asimilado. El atletismo me le tomo, aparte de con muchísima pasión, como si fuese un trabajo. Mi objetivo para ese año era ser olímpico y tuve la suerte de que lo cumplí. Fue increíble estar allí y vivir la inauguración, el desfile, pero todavía no soy consciente de lo logrado al estar allí. A día de hoy echo la vista atrás, no solo a los Juegos Olímpicos sino a los mundiales y europeos, y sigo pensando que hasta que no me siente un día, me retire y piense lo que he conseguido, no voy a ser consciente de ello.
– El objetivo era ser olímpico y lo consiguió, y tras esos Juegos se propuso vivir la próxima final olímpica desde dentro. ¿Sigue siendo ese su próximo objetivo más ambicioso?
En estos cuatro años la prueba ha crecido tanto que se está poniendo todo sumamente caro. El objetivo es volver a ser olímpico, que sería algo increíble, pero estar dentro de una final, si antes era un objetivo, ahora ya sería el summun. Estamos hablando de unas distancias increíbles. Te puedo decir ahora que igual para estar dentro de una final olímpica hay que hacer récord de España.
– Además la mínima para Tokio es muy cara, 21,10 metros, ¿cómo lo tienen planificado de cara a esa gran cita?
Sí, es una mínima muy cara y ahora mismo lo que nos está dando la opción real es el nuevo sistema de Ránking que han implantado. A mí me viene bien porque de cinco competiciones que tenía que acercarme a unos 1200 puntos, más o menos, tenía ya dos. Lo tenía bien encarrilado y factible, pero ahora con este parón -que no pasa absolutamente nada porque ahora el deporte queda en un segundo plano- si para el día 11 de mayo nos dejan entrar al CAR a entrenar ya empezaremos a entrenar para 2021. Desde que han dicho que no va a haber Europeo, la verdad es que respiro bastante mejor. Antes no se sabía si iba a ser en agosto, octubre, diciembre, y al final nada. Me llamó mi entrenador, Víctor Rubio, y me dijo, “ya puedes descansar y estar tranquilo. Cuando nos dejen entrenar lo haremos tranquilamente”.
– Lleva nueve años entrenando en el Centro de Alto Rendimiento de León, ¿cómo es un día en la vida de Carlos Tobalina en el CAR?
Cambié de entrenador hace dos años, ahora entreno con Víctor Rubio, que aparte de entrenador es mi amigo. Para él supone un reto el entrenarme a mí. Lo único que me pidió es que no me dedicara única y exclusivamente a los lanzamientos. Él quiere que estudie, que lo combine, y eso es lo que estoy haciendo. Ahora estoy estudiando INEF en la universidad. Este invierno madrugaba para ir al CAR a entrenar a las 6 de la mañana un par de horas, después iba a clase, comía y descansaba un poco, y después a entrenar otra vez. El domingo no entreno pero aunque tengo la casa a tres horas, en Castro, los sábados después de entrenar lo único que pienso es en descansar para poder estar bien el lunes.
– ¿Cómo ha adaptado ahora sus entrenamientos a la situación que estamos viviendo?
Yo me quedé aquí en León pensando que iba a ser para dos semanas. Nos mandó Víctor Rubio cosas para hacer en casa, pero para mí ha sido una tarea muy difícil. He intentado hacer algo, pero las paredes ‘se me caen encima’. No he hecho nada prácticamente. No estoy especialmente agobiado porque sé que al final lo mío pasa a un segundo plano, lo primero es acabar con el bicho, que todo se asiente. Lo que tengo claro es que ahora tenemos que empezar muy despacio, sin ningún tipo de prisa, y todo pensando en el 2021. Si hay alguna competición en octubre o diciembre, tenemos la suerte y podemos competir algo, iremos con lo que tenga encima y ya está, pero el objetivo claro y real es 2021. Habrá que empezar poco a poco. Este año paso a veterano así que con más calma. Ahora me veo con cuerda y con muchas ganas e ilusión, pero hay que ir con calma y con paciencia.
– En el lanzamiento de peso español hay un claro duelo Tobalina-Vivas, ¿es también un aliciente?
Sí, es alguien con el que “pelear”. De esta forma no tienes desierta la prueba, no es ir a competir y tener todo hecho, está bien tener a alguien que sabes que te puede poner las cosas difíciles, y con eso puedes mejorar. Lo veo hasta necesario.
– ¿Cuál es el punto fuerte y el punto débil de Tobalina como lanzador?
Mi punto fuerte hasta antes de lanzar 20 metros era mi cabeza y mi punto débil ahora mismo es la cabeza. Antes como no estaba entre los mejores, te sentías despreocupado e ibas a por ellos. Una vez que estas arriba, la gestión es diferente, ya te exiges más, no puedes fallar, y lo que antes era mi mayor virtud ahora es mi mayor defecto.
– Cinco títulos de campeón de España, casi una veintena de veces internacional, se ha convertido en un referente para muchos niños que quieren progresar en esta especialidad. ¿Quién fue en su día su referente?
Como referente nacional tenemos a Manolo Martínez. Yo el atletismo lo hacía como ocio, y hasta que no tuve la conciencia de lo que era el mundo del atletismo, ya con 18 o 19 años, no tuve muchos referentes. Pero si tengo que decir un español sería Manolo. Creo que ha sido referente, no solo para lanzadores, sino para todos. Medallista olímpico, campeón del mundo… Ha conseguido muchas cosas.
– ¿Cómo ve el sector lanzamientos en Cantabria?
No conozco mucho cómo está el sector en la región pero sí que tengo constancia de lanzadores como Félix Collantes en el disco, con el que tengo mucha relación, y también conozco a David Zaballa e Ismael Muriedas. Barriendo para casa y tirando por lo que me toca, tengo a mi sobrino en el club Carbonero Castro, que tiene 11 años y está ya batiendo récords de Cantabria de peso y le encanta. Pero creo que ahora mismo, ya no solo a nivel cántabro sino a nivel nacional, está un poco difícil, más que nada porque aunque sí tenemos gente con potencial, no vemos una gran estrella.
Biografía RFEA – Carlos Tobalina
Vídeo – 20.57 en la Copa de Europa de Lanzamientos de Gran Canaria 2017
Vídeo – 20.50 en el Campeonato de España Absoluto en Pista Cubierta de Madrid 2016